Es momento de endulzar nuestra cocina con el postre más representativo y tradicional de la Semana Santa, las torrijas. Para este año hemos decidido darle una sensación diferente a nuestra receta, añadiéndole una porción de helado de turrón para conseguir un contraste exquisito.
Se cree que el origen de las torrijas se remonta hasta el siglo XV, donde se aprovechaba el pan sobrante para elaborar un dulce que aliviara el duro ayuno de la Cuaresma. Y desde entonces, no han dejado de ser el protagonista en Semana Santa, ya sea en restaurantes, pastelerías o en los propios hogares.
Quizá lo mejor de este postre sea que en cada cocina se puede hacer de una forma distinta, no existe un prototipo común. Según el pan y los ingredientes que utilicemos podemos cocinar todo tipo de torrijas, sólo hace falta imaginación.